Escrita durante una condena de tres años en la cárcel de Valparaíso, El Río es una de las novelas más radicales y duras escritas en Chile. Concebida inicialmente como parte de una terapia de rehabilitación delictual, Gómez Morel volcó en ella una larga vida de abusos, marginalidad y delincuencia.
Pero lo extremo de El Río no sólo radica en lo que nos narra sino que en la proximidad que se siente entre el narrador y su mundo narrado, en lo vivo de sus heridas, fractura a la que alude cuando al rememorar una golpiza padecida en un cuartel de Investigaciones señala que “estoy cansado y desgarrado por dentro. Cada vez que escribo vuelvo a sentir lo vivido como una navaja rasgándome las carnes. Muestro mis recuerdos hasta quedar sangrando por dentro. Cada vez vengo de más lejos, del tiempo vivido y de la distancia recorrida. Voy dejando miasmas, lágrimas y sangre. Es la huella ya surcada que ahora vuelvo a recorrer”. Leer más