Entre los años noventa y dos mil, la época de oro de nuestra economía, varias de las más grandes empresas chilenas declararon ante la autoridad enormes pérdidas tributarias. Pero no decían la verdad.
Sus números en rojo eran el resultado de una estrategia que consistía en comprar empresas zombis, esto es, firmas quebradas que no tenían ni empleados, ni cartera de clientes, ni know how. Empresas que solo servían para hacer desaparecer utilidades y no pagar impuestos.
#RegalaUnLibro – Visítanos en Colipí 518 • Tel 522368372